CIUDAD DE GUATEMALA 2017
“Un grito de Libertad por Todas las niñas del Mundo"
Mujeres que se unieron al grito
Rossana Estrada B. (Traspasando el Viento)
Clarisa Acuario
Adriana Juarez
Rosanna Dubón
Indira Ríos (Honduras)
Andrassy Oliveros
Hombres que se unieron al grito
Gustavo Bracamonte Cerón
Rómulo Mar
Fernando Gonzales
Alejandro Golcher
Este año dedicado a las más de 40 víctimas
Del incendio ocurrido en el
“Hogar Seguro” Virgen de la Asunción
El pasado 8 de marzo de 2017.
Poeta: Rossana Estrada B. (Traspasando el viento)
1) En resistencia permanente
Me declaro en resistencia permanente
contra los megaproyectos internacionales
que están quitándole casita a los pájaros
y a las mariposas
contra los que están desviando ríos
los que no respetan la voluntad de los pueblos originarios
contra los que no aman los bosques
y están matando el planeta
Me declaro en resistencia permanente
contra militares asesinos
y políticos corruptos
contra racistas y mentirosos
lacras que dirigen los poderes oscuros
anti héroes de mierda los despreciamos
mi anti poesía los condena desde el clamor
de las entrañas de los justos
Me declaro en resistencia permanente
contra los hipócritas y los farsantes
los que manipulan información
O ayudan a lavar mentes
para alienarlos y suprimirles la voluntad
Me declaro en resistencia permanente
contra la agresión y la hostilidad del caos y el tráfico
contra el desamor, la traición
los clishes absurdos
el aburrimiento
de los que no encuentran la clara oscuridad
de jugar con las nubes y la magia
Me declaro aliada de los niños
de los ancianos por su sabiduría
de los jóvenes
los enamorados
de las mujeres trabajadoras
Me declaro pacifista
amiga de la luna, los gatos, los perros,
los grillos y los pájaros
integrante de la tribu de poetas latinoamericanas
que tejen lenguajes para ser libres
y habitan en el país de las nubes
Me declaro heredera del realismo mágico
de mis ancestros mayas y gitanos
de la paciencia y la alquimia de los artesanos
de la primavera de mi tierra
de las raíces planetarias de dónde venimos
Rossana Estrada B. (Traspasando el Viento)
(Del libro: Habitando el Viento, Editorial POE, Guatemala 2016)
2) Tortilla luna
Tortilla luna
Tortilla primavera
Tortilla abuela
Tortilla mazorca
el mundo es un circulo entre el alma
Tortilla comal
tu eres el fuego
el alimento sagrado que nutre mi cuerpo de jade
y mi espíritu de venadita y nube
Rossana Estrada B. (Traspasando el Viento)
(Del libro: Habitando el Viento, Editorial POE, Guatemala 2016)
3) Habitando el viento
Habitando el viento
en esta geografía humana que nombro cuerpo
camino sin adjetivos
nada es mío solo esta paz
la sonrisa del espejo
proyectada con los cabellos largos
el acento de mis textos
la risa despreocupada
hasta el tiempo se ha vuelto cómplice
y la ternura como llama interna
para no vencerse ante tanto desafío
4) Alas
Mi corazón tiene alas
no le agradan los vuelos
con rutas marcadas
con señales y ordenes
mi brújula es la libertad
y es que mi esencia
no la puede atrapar
ni el tiempo
Poeta: Clarisa Acuario
1) Manos
Manos débiles y suaves
Manos toscas y fuertes
Manos que se abren
Y otras que se cierran
Manos que te abrigan en momentos de penas
Calentando tu existencia
Oh, benditas manos, que dan vida
Que trabajan, que lloran y que sangran
Manos que se arrastran en el fango
Y manos que se elevan tan alto
Rosan las nubes y alcanzan un sueño
SIMPLEMENTE MANOS
2) Un nuevo comienzo
A veces la vida
Es un profundo agujero
Un camino sin respuesta
Y una noche sin estrellas
Por eso te digo
Ve, y lávate las manos
Cúrate las heridas abiertas
Remienda tu corazón
Empieza de nuevo
No voltees el rostro
Camina hacia el horizonte
Cada día hay una nueva oportunidad
Pero también hay un nuevo reto
Sepulta los días tristes
Ellos ya son historia
Busca la verdad
Busca la verdad como el ciego, ansía ver la luz
Sumérgete en el cristalino río
Anda ve…
Olvida tus penas.
3) Marionetas
Parezco una marioneta
Carente de pensamientos y decisiones
Manipulada a merced de cualquiera
Incapaz de decir un no
Y es que todos somos marionetas en el teatro de la vida
Cuando dejamos que la corriente nos arrastre
Y no oponemos resistencia
Cuando nos arrancan las alas
Y todavía agradecemos
Cuando sufrimos en silencio
Por temor a ofender
A veces quisiera que esta farsa de función
Acabará y cortar los hilos que esclavizan
Poeta: Adriana Juarez
1) Sin nombre
En algún apesadumbrado rincón
Oculto entre dos pequeñas manitas
Un sinfín de lágrimas van recorriendo
Uno a uno cada tierno dedito.
Llora aquella pequeña
Que un día soñó con leer
Pero aún con su corta edad y comprensión
Hoy empieza su vida como “mujer”.
Llora la niña que en las noches
Quisiera espantar al monstruo
Que toca su cuerpo con afán
Y de día es un familiar más.
Llora una inocente que fue raptada
Que ahora está muy lejos de su hogar
Y hoy será vendida
Como una mercancía más por internet.
Llora mi amiga que fue abandonada
Que perdió a sus papas y nadie quiere ver
Y ahora hace unas pequeñas maletas
Y nunca más la vi volver.
¿Por qué llorar en un lugar
Donde aquello que ya no sirve
Se desecha, se olvida, se esconde
Y al cado de los días se mata?
¿Alguna vez existió un grito?
¿O vivieron un poco de libertad?
¿En qué esquina o recoveco del planeta
Les robó la inocencia la sociedad?
Pregunto si las escuche llorar,
¿Alguna vez pudieron su voz alzar?
¿Gritaron un día “ya no puedo más”?
¿O las ignoré como todos los demás?
Poeta: Rossana Dubon
1) Eterna Primavera
Aquí siempre hay flores,
Miles y miles de botones,
Eterna primavera de colores,
Aunque el jardinero jamás las cuida.
Aquí enterramos a las flores,
Sin importar si son botones,
Aunque empiezan a abrir sus pétalos,
Aunque estén repletas de aroma.
Aquí no se permite abrir las alas,
No se pueden tejer sueños de esperanza,
Aquí se destruyen los capullos,
Antes de transformarse en mariposas.
Ahora es un delito que los manantiales,
Fluyan libremente en la montaña,
Hay que destruirlos antes que su pureza,
Inunde de alegría los hogares.
Aquí no hay nuevo trinar de pájaros,
No hay en l las adolescentes alegría,
Callaron sus cantos con fuego,
Convirtieron sus cuerpos en cenizas.
Guatemala libertad para tus niñas.
2) Testimonio
Mi repudio es absoluto,
La sangre hierve en mi torrente,
Mi cuerpo gime y desfallece de impotencia,
Mi mente no asimila tanta crueldad.
Testigo fiel he sido de tanta angustia,
De tantas almas puras,
Mancilladas por demonios infrahumanos,
De tanta furia contenida en ángeles de bondad.
Acompañe sus gritos angustiados,
Alivie sus pesadillas con abrazos,
Escuche sus relatos de terror,
Las guie de la mano en cada paso.
Las vi convertirse en madres, sin haber conocido las muñecas,
No se habían desarrollado sus pechos,
Y ya amamantaban por obligación y asustadas.
Dormían tan cansadas por las noches,
Como niñas agotadas de jugar muñecos reales,
No despertaban con los gritos de sus bebes,
Me levantaba y los arrullaba en mis brazos.
Las vi superar con creces su dolor,
El abuso de que fueron víctimas,
Las vi partir felices,
Ya seguras, valientes y tranquilas,
Convertidas en niñas, mujeres, madres.
Cada caso me permitía
Conocer lo podrido del Sistema,
Jamás el gobierno me apoyo con un centavo,
Pero luché con convicción y amor por protegerlas.
Varios años de mi vida,
Dedicados en cuerpo y alma,
Y a cambio solo obtuve críticas y amenazas de muerte.
Maldito Sistema, maldita podredumbre en todos los niveles,
No protegemos en Guatemala a las niñas solo las condenamos a ser desnutridas, analfabetas, maltratadas, violadas y calcinadas.
LIBERTAD PARA LAS NIÑAS DE GUATEMALA.
Poeta: Indira Ríos (Honduras)
1) Respirar…
Orbitando entre esferas que pretenden ser uniformes
porque así lo destinan “las buenas costumbres”
parece que es un sacrilegio
preguntar quién soy e iniciar la cabalgata
para erigir tan esplendida pirámide
que desvista la demonizada caja de Pandora
Hay voces que al unísono dan mustias diatribas
que son tan solo alegorías de una lepra heredada
y no la pertinaz pujanza que ansía respirar
Condeno lo nefario
que pretenden engrillar en mi burbujeante piel
Abro mis irreverencias al son de una vida que confiscará
el desahucio al olvido sepulcral
Escribiré lo que se le antoje a mis veredictos empapados de la ancestral
resistencia del intrépido maíz
Los prejuicios serán andrajosos insonoros
que se resbalaran por mis acorazadas caderas
que desconocen las perversas medidas precisas
Un alud de ideas carmesí inaugurará cada una de mis alboradas
obviando las leyes buscando decretar la libertad
para hacer triunvirato con el amor que le han prohibido
Y es que voy corriendo, extenuada de los mandatos,
venerando las herejías que aun arden insolentes
ufana de expeler los miedos.
Voy buscando un rumbo único
los ya descritos en los libros que se dicen sacrosantos
son solo una maldición que asecha las luchas diarias de mis palabras
por el mundo, tratando de accidentar mi locura
y recetando una sórdida resignación.
Sí, solo estoy apenas aprendiendo a respirar
me niego a morir ahogada entre el miasma de las bestias
Me niego a que liquiden mi paso por el mundo
usurpando la existencia que es solo mía
usurpando la existencia que solo es nuestra
2) Crónica de una Mujer
Bajo la intemperie mira hacia atrás
renegando de las huellas que le trajeron
sin mirar y sin quererla encontrar busca la llave
que al encontrarse con la cerradura abre la bartolina
Entra empujando sus irresolutos pasos
su exhausto hombro carga con libros de una carrera que perfila incontables años
ensimismada musita que las mujeres cuentan con unidades valorativas triplicadas
Dobla su muñeca y esta le indica que es medianoche
en un acto paralelo la sombra en el espejo denuncia las ojeras de su rostro y le advierte que el cuerpo es mortal...
El llanto en el cuarto le habla para que le duerma
mientras el cuerpo de un hombre se inmoviliza
esperando a que entre quien “heredó” la paciencia
En otra parte del rompecabezas
desde un extremo tosco las verduras y el gas de un armatoste
exigen el uso diario y escriben en la rutina la servidumbre sin precio
Haciendo las cuentas intercepta preocupantes orificios
que amputan la ración del menú del día...
La respuesta ante la labor: un puñetazo
que invade de un color cárdeno sus rosadas encías
y la bestialidad sigue cabalgando hasta dejar su rostro tumefacto
En la noche ruega que pronto llegue el sosiego...
Iracunda nadando entre la congoja le ruega a sus ojos que por favor paren de llorar
y dejen de ahogarle la vida
Tambaleándose desentierra el amor que le amurallaron
y se marcha venciendo las monsergas que nada saben de mujeres
jurando a su amor que su ser será santuario
preparado para defenderse en las salvajes batallas
donde sus alas serán armadura en la lucha por la libertad...
3) Existo
No te acerques
miro en tus ojos el mefítico sistema
el áspid del patriarcado busca un resquicio para
consumirte y consumirme, no he de permitirlo…
No te odio, no soy tu adversaria
pero no permitiré que se embista mi humanidad
No soy carne en exhibición, soy mujer
No soy los ínfimos pedazos de trapos que llevo puestos
Estos solo cubren la genuina desnudez
que rechaza la tilde de lo insólito
Ahora hago un recuento buscando
doblegar la fétida amnesia
y entonces te digo que la evolución
nos ha traído por la misma vereda
que lo han arrancado de tus remembranzas
que necesitas recordarlo…
Para encontrarme he escalado millares de peñascos
mis uñas se han despedido de mis sangrientos dedos
La piel de mi rostro milenario
ha caído junto con las vendas
que alimentaban los oropeles orlados
que simulaban ser
la agnosia inyectada en el torrente
de mis irreverencias ha perecido
hasta llegar a mi vida que se encontraba
esperándome en una caverna custodiada
por abominables belitres
fulminados por el legado de la lucha que se aferraba a la luminiscencia que canta en mi nueva mirada
Mis epopeyas han sido obliteradas en la historia
pero estoy presente, existo
Mi sangre ha quedado burilada en todos los siglos
y podría formar océanos
Mi voz subyugó la atonía del silencio
que ocultaba las luchas e ideas de generaciones
Las de ayer, las de hoy, las de siempre…
Hoy pregonamos al universo
Somos miles de nombres olvidados
Somos miles de historias borradas
Somos miles que resurgimos en los nombres
que se enfrentaron a la opresión
Somos las brujas que aman las letras que danzan en el tártaro
Somos las proletarias que no callan y enarbolan la revolución
Somos las vietnamitas usando el fusil contra el imperialismo
Somos Violeta Parra
Somos Rosa Luxemburgo
Somos Haydee Santamaría
Somos Berta Cáceres
Somos mujeres
Poeta: Andrassy Oliveros (Andry Oliveros)
1) Me abandonas
Mientas mis manos se sienten débiles
Mi rostro pálido se encuentra,
Lágrimas petrificadas en cada una de mis mejillas…
No puedo entender porque soy aberración
Si yo no te pedí tener vida.
Me abandonas,
Me maltratas por el día y mi cuerpo sangra por las noches,
Me abandonas,
Me tomas por sencilla,
No entiendo que te hice ¡Madre Mía!
Mis sollozos son silenciados
¿Por qué me lastimas, mamá?
Sangre brota entre mis piernitas,
Mi dolor es infernal.
Me abandonas,
Hombres han profanado mi cúpula,
Mi sangre se ha enredado entre sus falos y dedos.
Me abandonas,
No madre mía, por favor...
Déjame vivir,
Merezco una vida mejor,
Yo no tuve la culpa de ser raíz,
Cuando Gaia suspiro en mí.
2) Pies Desnudos
Los pies desnudos,
fríos por el asfalto,
caminan descubiertos por las calles desoladas,
con sus manos juegan entre la basura,
el infortunio de sus vidas los acorrala.
Vagan por el largo túnel de sombras
condenados han sido desde su nacimiento,
han venido a este mundo incongruente
pagan sus facturas en el infierno.
Caritas percudidas con suciedad,
la hambruna los hace flaquear,
hijos del silencio son,
gritan entre los rugidos de sus estómagos
sin alimento,
sin consuelo alguno.
La indiferencia de un pueblo sistematizado
hiere de muerte sus almas.
Duermen en condiciones inhumanas,
son presa de la irá de su pueblo,
descansan sobre lodo podrido,
enferman y no tienen quien les brinde protección.
Maldita sea!
¿Dónde carajos queda la compasión?
¿Es que acaso el humano
ha perdido toda la razón?
Rostros llenos de sarna,
rostros llenos de soledad,
manos y pies rajados,
cansados por el rechazo
de su gente sin emociones.
De noche los sueños los invaden,
se acurrucan en el piso de concreto
sobre charcos de frialdad,
son hijos sin nombre,
descuidados que viajan entre sueños lúcidos.
Una caricia al menos,
de nadie ha sido impartida,
lágrimas de cristal se petrifican
en danzas siniestras de noches satanizadas
sombras funestas apañan su mundo ideal.
Y es dónde me pregunto,
¿Hasta cuándo esto nos dejará de importar?
3) Lamento
Me culpo,
Me flagelo,
Me doy lástima
Cuando por muchos
Nada he podido hacer…
Hace tiempo que me lamento,
Po el dolor que carcome mis entrañas,
Por la pasión que hierve dentro de mi ser,
De no poder hacer algo
Que deje huellas,
Maldiciendo quizás,
Maldiciendo talvez.
No me di cuenta,
Quizás no quería ver la realidad.
Perdóname vida mía,
Por no elevar mi voz,
Por no luchar con fervor.
Cuenta me tenía que haber dado,
Cuando aquel bárbaro,
Insignificante ser humano
Te golpeó sin piedad,
No reprimió su ira,
Contra ti la estampó.
Mi pecado fue
Quedar como estatua erguida,
Sin nada que hacer.
Arma de calibre pesado
En su mano fue portada,
Muchos por temor...
¡Silencio!
Callaron lo que sus ojos observaron.
Hoy me doy cuenta
Que la justicia se debe tomar en las manos
Contra aquellos criminales
Que visten de color,
Intimidando a todos con sus cargos corruptos.
Tan ilegales,
Que poco a poco su tumba cavan.
Tarde o temprano su patética existencia
En manos de otros inescrupulosos
Será tomada.
Poeta: Gustavo Bracamonte Cerón
1) Cuarenta y uno muertes infames
Niñas de cenizas,
cuerpos de cenizas,
huesos de carbón,
ojos de carbón,
gritos con fuego en el aliento,
gargantas con humo triste, sin sosiego
sin saliva la boca para apagar la ira
pulmones ahogados
con miseria humana,
absolutamente ahogados
de indiferencia.
Dónde está el viento apagando
los brazos encendidos,
dónde el aire entrando
en las venas para dar vida a la vida,
dónde está la autoridad
de rencores e improperios,
dónde estábamos
mientras morían
las que siempre han muerto
sin la preocupación
de los de arriba,
de los de abajo,
de los de en medio,
de nadie. Ahora lloramos la desgracia
de haber olvidado en el armario de la locura
lo más importante: la niñez, las adolescentes.
Pero Caín, no llora.
2) Mujeres
Tienen razón, el viento les formó el cabello con una rebeldía blonda, artística, como sargazo moviéndose milagrosamente por las ciudades, por las montañas, por las caravanas de estrellas bajo las noches despiertas. La luz les esculpió paulatinamente las miradas para que tuvieran el misterio imprescindible del amor hecho albricias en un mundo repleto de la razón. El mar con su estruendo siempre dinámico les formó las caderas para que dancen las olas y los mismos amaneceres sobre su cuerpo alborozado de tibios amaneceres. Libérrimas pájaras vuelan en su pensamiento con rostros de invenciones para criaturas novísimas y el mundo todavía sin descubrir se molda en su vientre como diosas invencibles formando diminutas vidas que después se constituyen la risa y la alegría de sus sueños. Sus bocas como barcas que se mueven a lo infinito transitando palabras, el aliciente y el optimismo responsables de lo maravilloso de la música y la poesía. Mujeres, fundamento de otro canto y otra ternura desdeñada y simplificada en estereotipos inútiles. Esenciales para un nuevo mundo, porque ya no serán más el aderezo de lo grotesco y de la rutina trivial.
Poeta: Rómulo Mar
1) Oración Exorcista
Quiero que la noche me
devuelva la alegría que
me arrebató.
Que desembarace
besos, palabras y miradas dulces,
abrazos, victorias y caricias.
La tibieza de encuentros soñados
y fortuitos.
Que se quede desnuda
únicamente con lo que
le pertenece: las tristezas
los miedos amenazas muertes
Que siga vistiéndose
tan solo de negro
y me deje intacta la maravilla.
Que camine de puntillas
detrás de la claridad
cuando nosotros estemos riendo.
Que vea solo su sombra
e ignore la luz del amor
que nos bendice.
Que suelte su carcajada inútil
en los abismos de sus entrañas
y nos deje cantando
las letras de los vocablos
que tejen uniones vitales.
Que me deje
la lluvia de tu bondad
y no moje los amaneceres
y las esperanzas que me traes.
2) No me digas que ya es tarde
No me digas que ya es tarde
Tengo todas las lágrimas
juntas en la puerta,
saben que van a llorar.
No me digas que ya es tarde
La noche despierta y amenaza,
tiene toda la oscuridad dispuesta.
El corazón no lo va a aguantar
el dolor empieza a tocarlo,
todo el dolor está esperando
No me digas que ya es tarde
Mira el amanecer,
escucha los pajarillos cantar,
recréate con las mariposas y las flores…
¡hay fiesta en la vecindad!
No me digas que ya es tarde!
frena el contratiempo,
voltea las horas,
sepulta el funesto momento.
La vida tiene sus altibajos,
pero también tiene colores
y se viste de maravillas
en otoño como en primavera.
Que ya es tarde, ¡no lo digas!
3) Quisiera un verso…
Quisiera un verso
reversible, mágico, camaleónico,
que me diera inviernos y veranos,
que me invitara primaveras
y cuadros otoñales de maravilla.
Quisiera un verso
que me inundara de amor afilado,
que me hiciera cantar
y me envolviera en un baile fantástico.
Que borrara mis tristezas,
que mi dolor volviera risa.
Quisiera un verso
delicioso, respirable, inmortal,
¡un verso amarillo!
un rosado, un verde y otro azul.
Un verso preñado de todos los versos.
Quisiera un verso
que me hiciera feliz.
Quisiera un verso…
4) Con los ojos cerrados
Con los ojos cerrados
sigo la senda de un suspiro
que se escapó, benévolo,
por la puerta del amor
que me dejaste abierta.
Sacudo mi simiente
y sigo, con el olfato del deseo,
saboreando de manera migratoria
(imaginaria)
la brisa de tus caricias
tan prometedoras!
Sigo, y me quedo
envuelto en tu piel hospitalaria
con los ojos cerrados.
5) Reguero de Gritos
Mi grito me sabe a hierba,
a colmena de amaneceres
y a resoplido de bueyes en la niebla.
Tengo un grito de gritos
trabado en la garganta de la paz
y en la lengua de la concordia.
Tengo un grito en la espalda
de zompopos laboriosos
que transportan hojas de esperanza.
Un grito de abrazo cálido
cocinado entre edredones de seda
en noches de invierno crudo.
Los brazos ofrezco untados
de gruesas caricias tibias
en este sonido con altavoz.
Y quiero levantar ese timbre poderoso
que desata virtudes en el desierto
y al malo vuelve bueno.
Mi grito tiene olor a piña,
a auroras salpicadas de gallos
y relojitos en los árboles.
Pero vengo sediento de gritos nuevos
que nos laven el desorden
y nos quiten la dureza de las piedras.
Vengo a dejarles mis párpados
preñados de sueños de justicia
que espero se amontonen en los vientos,
revienten en torrenciales lluvias
y golpeen con la fuerza de los mares.
Poeta: Fernando Gonzáles
1) El fuego de la indignación
Resaltan los estadistas
Y relinchan los moralistas
Entre el shock de la humanidad
Resuenan los lamentos, el pesar, la indignación
Adormecidos por la rutina diaria
Esa que se codea entre clases y estratos
Entre fantoches políticos
Y esbirros inescrupulosos de intereses mezquinos
Hoy resuenan 40 nombres
Porque cegaron 40 vidas
Olvidaron que esas 40 niñas
Tenían sueños, anhelos y derecho a la vida
Hoy la cifra circula en los periódicos,
Pero no es solo la cifra la que duele
Sino las historias olvidadas detrás de cada rostro
Hoy nos toca aprender una dura lección
Aquella que tendremos que reconstruir de las cenizas
Porque no fue solo el fuego que las consumió
Sino la indiferencia y la marginación
Y ahora en este terruño centroamericano
Retumba el eco del mundo entero
Ante el abuso y la brutalidad
Esa historia que se vuelve a escribir con sangre y dolor
Que la indiferencia y el hastío
No forje el porvenir de los pequeños
En donde las mínimas condiciones no sea
La mayor expectativa de vida
Aunque ante la barbarie actual
No hay grito que calme el pesar
Es bueno no encontrar el bálsamo adecuado
Para que no se borre la memoria
Para no olvidar a las 40 grandes de la historia
2) Tu reacción veloz
Tu armonía sincrónica
Ese efímero momento
De eternidad palpitante
La fuerza y la delicadeza
Se fundieron en el segundo preciso
De un suspirar forzado,
En la nebulosa calle asfaltada
El ímpetu inicial fue una demostración
De la fortaleza perenne de tu ser
Pues con el ahínco de Atlas
Cargaste el mundo, tu mundo total.
Y es que no importan los colores o detalles
Sino la mítica grandeza de tu acto
Aquel que sin duda ni congoja
Ejecutaste sin perder el tiempo
Y aquel mundo de carne y hueso
Que en un momento pasó del suelo a tu rebozo
Con tan escasos años, protegido estuvo
Pues entre tus brazos ya descansaba
Ser de luz fulgurante, espejismo astral
Sí, aquel mundo sobre tu cuerpo de Atlas,
Era el resultado de tu vientre fecundo,
La luz emanada de tu ser y protegido por tu fuerza.
Alegóricos rizos ondeaban en tu cabeza
Bañando al pequeños ser de sueños
Te perdiste entre la penumbra y el ruido
Con la misión protectora de tu destino.
3) Soliloquio del loco
Conversación I
Sonidos, rapsodias, capítulos, anécdotas
Números, cifras, códigos y verborrea
Seres que alguna vez fueron humanos
Y hoy…
Hoy tan solo son paquetes prefabricados
Que crea en lo medible, dicen los materialistas
Pero yo solo creo en vos,
Verso y rima, engendrada poesía
Conversación II
De repente vomito un pedazo de realidad
Esos que me indigestan en mi dieta de ilusiones
Mientras se esfuma el tiempo y brilla la existencia
Buscando ser más humano en cada parpadeo
Solamente me digo al oído
Con un leve susurro doliente pero esperanzado
Que en la mente habiten las letras,
Porque la tinta se fermenta en el corazón
Conversación III
Veo flamear el horizonte prometido
En un contexto que llaman racionalidad postmoderna
Y solo me digo, solo me repito:
Ojalá y lleguen los destellos de claridad,
que unifiquen y ayuden a encontrar el horizonte,
y no esas llamarada fugaces, ególatras y pétreas
de un pasado que por muy excelso, jamás volverá.
Que las mentes dejen de ser magnánimas en la mediocridad
que no se ofusquen por cacicazgos perversos
que se fusionen las ideas y se menosprecien lo egos
para que sea evidente que...
o nos unimos o nos jodemos.
Epílogo
Que la inmensidad finita del horizonte
Sea expulsada desde lo interno, desde lo infinito
Que nos despertemos con la luna y arrullemos al sol
Para, de vez en cuando, ser locos sin querer ser cuerdos
Anhelo la explosión estridente del silencio
Los vaivenes de subida y de bajada de la vida
Esos momentos entre
El nacimiento y la última bocanada de aire
Vení te invito, sí… A ti, a vos, a usted,
A esos ojos que ahora me escuchan
Y esos oídos que ahora me ignoran,
Porque déjame decirte
Que el loco, no es el que pronuncia estas palabras
Ni el que las imagina o las persigue, sino el que las siente.
Acompáñame para que este soliloquio
No quede tan solo
No parezca tan loco.
Poeta: Alejandro Golcher
1) Bruma
Juegos de ronda y gritos de emoción,
Sueños y juegos de hadas que se evaporan en el atardecer.
Sueños que se quedan ahí…
Como tales y que solo se repiten una y otra vez
En una mente que dejó de ser inocente por causa del olvido.
Lágrimas de impotencia,
Suspiros de añoranza,
Miradas perdidas en recuerdos donde las hadas y los sueños de princesas
Eran una grata compañía.
El fuego purifica
Pero también deja ver el lado más oscuro
De una sociedad podrida y corrupta
Por la indiferencia.
No hay izquierda,
No hay derecha,
Solo hay dolor, lágrimas y luto.
No es por defender un ideal o la moral,
Es por fomentar una conciencia
En donde todos seamos respetados y aceptados.
No necesitamos más discriminación
Por género o por no ser como los demás,
Necesitamos ser una luz
En esta obscuridad de indiferencia.
2) ¡Basta Ya!
Luna sombría que te llevas estos llantos de tristeza.
¿Por qué existe el sufrimiento?
¿Es acaso una trampa del destino o es la Cruda Realidad?
¿Vale más un partido de fútbol que una triste tragedia?
Somos esclavos de la moda y de ideales vacíos,
¡Basta ya!
De tanta indiferencia.
¡Basta Ya!
De hacernos de menos y discriminar nuestras ideas.
Somos seres llenos de vida, luz y amor,
¡Basta Ya!
De destruir nuestras delicadas rosas y quemar sueños eternos.
Amemos y respetemos a quienes nos han dado la vida,
A quienes construyen este mundo hombro con hombro,
Mujeres y hombres, somos parte de este bello país.
¡Basta Ya!
De tanta mierda,
Necesitamos más tolerancia, menos ignorancia.
Que nos hunde en una putrefacta obscuridad.
¡Basta Ya!